NUTRICIÓN E HIDRATACIÓN EN EL FÚTBOL

RESUMEN

La nutrición en el fútbol es uno de los pilares en los que se apoya el aumento del rendimiento del jugador. Es por ello que la nutrición ha cobrado la importancia necesaria y se le presta ahora mayor atención. El objetivo de este trabajo es proponer una estructura general de la dieta para optimizar el rendimiento y cubrir las necesidades de los jugadores tanto antes, como durante y después de la competición, haciendo referencia también a la hidratación del futbolista y las posibles ayudas nutricionales que puedan complementar la dieta. En el fútbol se han reportado numerosos estudios que describen las necesidades metabólicas durante un partido y durante los entrenamientos ayudando a mejorar el rendimiento de los futbolistas.

 

 

1. INTRODUCCIÓN

En principio, la duración de un partido de fútbol nos llevaría a catalogarlo como una actividad de resistencia. Sin embargo, existen una serie de peculiaridades que le diferencian.

El fútbol se caracteriza por numerosos esfuerzos de muy alta intensidad separados por periodos de baja intensidad, en los que el deportista trota, camina o apenas se mueve. Las aceleraciones y deceleraciones  características  implican  un  mayor  gasto  que  aquellos  deportes  con  menor movimiento o de carácter más continúo. 

Tampoco debemos olvidar que las demandas energéticas son muy superiores cuando al gasto inherente al desplazamiento del cuerpo se añade el del manejo  del balón. Pero además, los jugadores también deben ser capaces de desarrollar habilidades de carácter cognitivo y  la toma de decisiones tácticas. Por tanto, el efecto negativo de una nutrición inadecuada es seguramente más perjudicial que en los de carácter continuo y de resistencia, ya que además de la capacidad física, también afectará a la capacidad cognitiva y a las habilidades técnicas. 

Los partidos llegan a detenerse por descansos reglamentarios, lesiones o sustituciones. Estos periodos  de  descanso  supondrán  una  ventaja  a  la  hora  de  planificar  nuestras  estrategias  de reposición de líquido y nutrientes.

Otra característica que puede influir en la planificación de estrategias nutricionales, tiene que ver con el tipo de competición. La planificación puede variar dependiendo si se trata de una competición de varios meses de duración en la que se juega una vez por semana durante varios meses, o si se trata de una competición en la que se compite cada 2 o 3 días durante pocas semanas. En ocasiones resulta complicado adaptar nuestras estrategias nutricionales dentro del plan de entrenamientos y competición.

En  un  partido  de  fútbol  por  ejemplo,  los  jugadores  realizan  de  150  a  250  esfuerzos  de  alta intensidad, recorriendo un total de 10 a 13 km, a una intensidad media del 70% del consumo máximo de oxígeno y un 85% de la frecuencia cardiaca máxima. Entre 1.7 y 2.5 km del total se recorren a alta intensidad   (> 14 km/h)8. Todo ello supone un gasto energético estimado por partido de unas 1600 Kcal para un jugador varón de 75 kg 8 y alrededor de 1100 Kcal para una jugadora  de  60  kg11.

Este  tipo  de  actividad  con  múltiples  esfuerzos  de  corta  duración  e intensidad elevada, se realiza fundamentalmente a costa de las reservas de fosfocreatina y la glicólisis. El metabolismo aeróbico juega un papel fundamental durante los breves periodos de recuperación entre los esfuerzos cortos e intensos. 4

El  glucógeno  es  la  principal  fuente  energética  en  la  mayoría  de  estos  deportes  de  carácter intermitente y su depleción de las fibras musculares parece ser uno de los factores responsables de  la  fatiga  que  aparece  durante  la  parte  final  de  los  partidos 8.

 Por  tanto,  una proporción adecuada de hidratos de carbono en la dieta parece  ser fundamental para  alcanzar un optimo rendimiento en deportes de equipo con múltiples esfuerzos de alta intensidad. Para los deportes de equipo que se juegan al aire libre y en terrenos de juego de dimensiones amplias (fútbol, rugby, hockey hierba, etc.), una ingesta de hidratos de carbono de 5 a 7 gr·kg -1 de peso y día será suficiente para cubrir las necesidades de aquellas jornadas con sesiones de entrenamiento de intensidad moderada. En días de partido o entrenamiento intenso y fundamentalmente en aquellos jugadores con mayor movilidad, debemos aumentar esas cantidades hasta los 7  a 10 gr·kg-1 4.

Una reposición  insuficiente de hidratos de carbono parece estar no solo relacionada con la fatiga muscular periférica por depleción de los depósitos de glucógeno, sino también con la fatiga de origen central y probablemente también con la incapacidad de nuestro organismo para atenuar algunos  de  los  efectos  adversos  del  ejercicio  p rolongado  e  intenso  sobre  el  sistema  inmunológico 14.

Las proteínas en  la dieta promueven el crecimiento, la reparación del daño celular y tisular, la síntesis de hormonas reguladoras e intervienen en múltiples funciones metabólicas. A la hora de elegir la fuente de proteínas, debemos tener en cuenta que las de origen animal  son más completas 13 ya  que,  a  diferencia  de  las  de  origen  vegetal,  contienen  todos  los  aminoácidos esenciales 13.

Una dieta variada debe ser  suficiente para proporcionar la cantidad de proteínas necesarias. En deportes intensos y de carácter intermitente las necesidades son superiores a las de  sujetos  sedentarios  y  similares  a  las  de  otras  especialidades  (1.4  –  2  gr·kg-1·día-1),  sin embargo no parece que superar los 2.0 gr·kg-1·día-1 suponga ninguna ventaja 13.

La  mayoría  de  estudios  en  deportes  de  equipo  encuentran  ingestas  iguales  o  mayores  a  1.5 gr·kg-1·día-1 13.

 En cuanto a la importancia del momento de la ingesta, en los últimos años se ha  comprobado  que  la  ingesta  de  proteínas  y/o  aminoácidos  antes,  durante  y/o  después  del ejercicio pueden favorecer la  recuperación, la función del sistema inmunológico, y el crecimiento y mantenimiento de la masa magra 12 13.

Por lo tanto, el objetivo de  este artículo es  conocer las estrategias nutricionales y que tipo de alimentos  consumir en los diferentes momentos. Gracias a su aplicación, facilitaremos que el 5 deportista alcance y desarrolle su nivel óptimo durante la competición y consiga las mejoras  fisiológicas propuestas por el entrenamiento. 

 

2.1. DIETA PRE-PARTIDO

La dieta pre-partido debe ser considerada  como la última oportunidad para que el deportista  compita en  las mejores condiciones  posibles,  en cuanto a recuperación de sus depósitos de  glucógeno y estado de hidratación.  Debemos evitar que el deportista  pueda tener digestiones  pesadas o sensación de hambre en las horas  previas o durante el partido 2.

La  comida previa  a un partido o entrenamiento intenso se realizará  entre 2 y 4 horas antes, siendo  moderada  en  cantidad  y  rica  en  hidratos  de  carbono  preferiblemente  de  moderado -bajo  índice  glicémico,  que  producen  una  sensación  de  saciedad  más  duradera  y  una  glucemia  más  estable  que  los  de  alto  índice  glucémico 17.  Deben  evitarse  las  comidas  grasas, condimentadas y flatulentas, y  aquellas con las que el deportista no esté familiarizado 17

Con  el  fin  de  ajustarse  lo  más  posible  a  los  objetivos  anteriormente  mencionados,  muchos equipos suelen reunirse para realizar esta última comida en grupo. Estas  comidas suelen ser tipo  buffet  para  que  los  deportistas  dispongan  de  suficientes  opciones  que  permitan satisfacer a la vez que las necesidades, los gustos y  costumbres de la mayoría. 

En contra de  la creencia popular , el consumo de  hidratos de carbono en la hora previa al comienzo del partido no parece tener  efectos perjudiciales sobre el rendimiento durante el partido, ni siquiera durante  los primeros minutos, en los que de forma transitoria, se produce una disminución en la glucemia 17

 

2.2. INGESTA ENERGÉTICA DURANTE EL PARTIDO 

El  consejo  o  indicación  para  consumir  hidratos  de  carbono  durante  los  partidos  o entrenamientos dependerá del tipo, intensidad y duración de la actividad 2.

La reposición puede realizarse a través de bebidas, geles y/o barritas deportivas o  también a base  de  frutas  naturales.  En  la  mayoría  de  los  deportes  de  equipo,  la  reposición  sólo  es posible  en  los  periodos  de  descanso  reglamentario,  siendo  aconsejable  probarlas  en  los  entrenamientos antes de adoptar ninguna estrategia en competición 17.

 

2.3. DIETA POST- PARTIDO

Numerosos estudios realizados en  jugadores de fútbol 9,  han demostrado como una mayor concentración  de  glucógeno muscular guarda relación con un retraso  en la aparición de  la fatiga,  un aumento en la distancia recorrida y en la velocidad de desplazamiento, y una mayor capacidad para realizar esfuerzos cortos e intensos como los que se  realizan en muchos de los deportes de equipo de carácter intermitente. 

Con  frecuencia  el  exceso  de  partidos  y  la  escasez  de  tiempo  de  recuperación dificultan  que  los  depósitos  de  glucógeno  de  hígado  y  músculo  se  mantengan  en niveles adecuados. Por ello, es necesario insistir para que aseguren un aporte suficiente de hidratos de carbono entre los partidos, en las comidas previas al partido, durante los partidos y por supuesto en los periodos de recuperación posteriores a los entrenamientos  y partidos. 

Una adecuada recuperación de los depósitos de glucógeno permitirá a los jugadores  mejorar su  rendimiento  en  los  partidos  y  obtener  mayores  adaptaciones  en  las  sesiones  de  entrenamiento 4.  Asegurar una adecuada reposición de los depósitos de glucógeno puede ser aún  más  importante  en  deportes  intermitentes  de  alta  intensidad,  con  mayor  componente excéntrico  y  contacto,  en  los  que  un  mayor  grado  de  daño  muscular  pudiera  limitar  la resíntesis de glucógeno 4

Las  estrategias  de  recuperación  deben  comenzar  en  el  mismo  momento  en  el que  se  termina  el  partido  o  entrenamiento.  Las  2  primeras  horas,  y  de  forma especial  los  primeros  30-45  mins  tras  finalizar  el  ejercicio,  parecen  ser fundamentales  para  que  tanto  la  recuperación  de  los  depósitos  de  glucógeno como los procesos de reparación del tejido  muscular sean óptimos 6.

En esta primera  fase  hay  que  realizar  una  adecuada  reposición  de  líquido  e  ingesta  de  hidratos  de  carbono de índice glicémico moderado-alto. Además, parece existir evidencia 6 de que añadir proteínas al alimento y/o líquido de recuperación post ejercicio, proporciona los aminoácidos necesarios  para optimizar los procesos de  reparación del tejido muscular. La  respuesta tardía de la insulina, secundaria a la  ingesta de hidratos de carbono, se estaría superponiendo y por tanto mejorando el efecto anabólico intrínseco de las proteínas 17.

Los  líquidos  y/o  alimentos  de  reposición  para  el  periodo  inmediatamente  posterior 7 a terminar el ejercicio, deben aportar 1 gr·kg-1 de peso de hidratos de carbono y 10 a 20 gr de proteínas de calidad (3-6 gr de aminoácidos esenciales) 12.

Esta pauta puede repetirse cada hora o hasta que se normalice el patrón normal de alimentación. El objetivo final será el de alcanzar los  5  a  7  gr·kg-1 de  peso  diarios,  para  aquellos  deportistas  de  especialidades  o  puestos  de juego de menor  movilidad, fases de la temporada con menor número de partidos o  entrenamientos de menor intensidad, y de 7 a 10 gr·kg-1 de peso y por día para aquellos con mayor  movilidad  y  calendario  de  entrenamientos  y  competición  más exigente. 12

 

2.4. HIDRATACIÓN EN EL FÚTBOL

Para que todas las vías metabólicas funcionen correctamente, es imprescindible mantener un estado  de  hidratación  adecuado .  Un  grado  moderado  de  deshidratación de tan sólo un 2% del peso corporal puede afectar tanto al  rendimiento  físico  como  a  las  habilidades técnicas y patrones de movimiento de los jugadores 15

 De ahí la necesidad de insistir a los jugadores para  que ingieran suficiente líquido, sobre todo entre las principales comidas y durante  los  entrenamientos  y  partidos.  En  el  fútbol,  los  efectos  negativos  de  la deshidratación  son  mayores  que  en  otras  especialidades  ya  que  pueden  afectar  tanto  al rendimiento físico  como a las cualidades mentales  relacionadas con las capacidades de concentración y de toma de decisiones 16

Además, una rehidratación insuficiente supone un claro riesgo para la salud de  los deportistas, que pueden ser más susceptibles d e sufrir desde  una hipertermia  hasta un golpe de calor. 

Si  bien  es  cierto  que  en  la  mayoría  de  los  deportes  el  riesgo  de  deshidratación es mayor en verano, se ha demostrado que tanto deportistas de especialidades  al  aire libre como de interior, pueden alcanzar   niveles significativos de deshidratación a temperaturas más frías. Esto es debido a que en estas condiciones los deportistas no beben suficiente cantidad de líquido 16.

Como norma general, las siguientes recomendaciones pueden servir de ayuda:  medio litro en la hora u hora y media previa al entrenamiento o partido, 150 ml cada 20 minutos durante el entrenamiento o en las interrupciones del juego durante  los  partidos,  y  de  400  a  500  ml  en  los  periodos  de  descanso  reglamentarios. 8

Estrategias sencillas como  individualizar  las botellas de los  jugadores, nos permitirán tanto monitorizar la ingesta líquida de manera individual como disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. Durante  los entrenamientos no será difícil programar descansos cada 20 min, y de hecho no es infrecuente que sean los propios entrenadores los que fomentan prácticas  de rehidratación adecuada durante estas pausas  que también sirven para  recuperar y dar instrucciones. Sin embargo, los  partidos están sometidos a las  reglas del juego y los jugadores deberán aprovechar tanto los tiempos muertos como las interrupciones por lesiones u otras causas para beber. 

Después  de  los  entrenamientos  o  partidos,  el  mejor  método  para  realizar  una reposición  suficiente  es  ingerir  un  volumen  igual  a  1,2  a  1,5  veces  el  peso corporal perdido 5.

El color de la orina también puede servir como indicador para controlar la recuperación  de  un  estado  de  hidratación  adecuado.  A  medida  que  mejora  el  estado  de hidratación, la orina será de color más claro y menor  densidad 5

En los últimos años, algunos  equipos  de  fútbol  controlan  la  densidad  de  la  orina  de  sus  jugadores  antes  de comenzar la sesión de entrenamiento, con el fin de asegurar un rendimiento óptimo y prevenir riesgos para su salud. 

 

PROTOCOLO

ANTES: 0,5l. 1h-1h 30min.   

DURANTE: 150ml cada 20min y 400-500ml en el descanso

DESPUÉS: 1,2 a 1,5 veces el peso corporal perdido

 

En cuanto al tipo de bebida, se recomienda  simplemente agua o  preferiblemente bebidas  deportivas  con  hidratos  de  carbono  y  electrolitos,  cuando el  ejercicio  tenga  una  duración  de  más  de  1  hora  o  45  minutos  de  suficiente intensidad 5.   

Cuando nos  referimos a electrolitos debemos hacer especial mención de la importancia del  sodio, tanto por favorecer la retención del líquido consumido como por el papel  que  pudiera  jugar  en  la  predisposición  a  sufrir  calambres  musculares  en  aquellos deportistas con concentraciones elevadas de sodio en el sudor. 

 

2.5. AYUDAS ERGOGÉNICAS EN EL FÚTBOL

De  acuerdo  con  la  definición  de  suplementos  nutricionales,  se  trata  de  algo  añadido para suplir una deficiencia a la dieta del individuo, que pueden encontrarse en los componentes de la dieta normal, en formatos más refinados  y/o mayores concentraciones 17

Si bien es cierto que la práctica de un deporte de equipo incrementa las necesidades de macro y micronutrientes, también lo es que en la mayoría de los casos una dieta completa y equilibrada puede satisfacer esas necesidades aumentadas. 

Además  de  los  ya  anteriormente  mencionados  de  hidratos  de  carbono  y/o proteínas,  existen  algunos  otros  sobre  cuy a  utilidad  en  algunos  deportes  de equipo  si  parece  existir  cierta  evidencia  científica.  De  estos,  la  creatina  es seguramente  uno  de  los  más  utilizados  y  probablemente  sobre  el  que  existe mayor  evidencia  acerca  de  su  eficacia  en  deportes  de  carácter  intermitente  e intensidad  elevada.  Numerosos  estudios 10 han  demostrado  que  la  sobrecarga  e  ingesta crónica (de creatina mejoran el rendimiento en especialidades  con esfuerzos cortos (6 a 30 sg) repetidos de elevada intensidad y periodos breves  de recu peración (20 sg a 5 mins). 

Los mecanismos responsables de esta mejora parecen residir en un mayor contenido inicial de fosfocreatina en el músculo  y una mayor resíntesis durante los periodos  de  recuperación 10

Los  niveles  de  creatina  muscular  son  además  mayores,  si  la  ingesta  se  realiza  en combinación  con  suplementos  de  hidratos  de  carbono  y  proteínas,  tras  el  ejercicio 10

Cuando  se  trata  de  esfuerzos  repetidos,  mayores  niveles de  fosfocreatina  previos  a cada uno de  los esfuerzos reducirán la  esperada disminución de fuerza y potencia. Por tanto, en los deportes de  carácter intermitente e intensidad elevada, la suplementación crónica con creatina (2-5 gr·dia-1) permitirá a los jugadores no sólo mejorar su rendimiento en los partidos, sino  también  entrenar  de  forma  más  intensa  y  conseguir  mayores  adaptaciones  al entrenamiento de fuerza, interválico y específico del deporte 4 10

La cafeína es un conocido estimulante que  puede mejorar la capacidad de resistencia de los  deportistas 10.

 Su  efecto  ergogénico  depende  tanto  de  su  acción  sobre  el  metabolismo (aumenta la utilización de las grasas y retrasa la utilización  del glucógeno muscular) como sobre el sistema  nervioso central al disminuir la  percepción  de fatiga 10 17.

Aun  existiendo cierta controversia, los numerosos estudios  realizados hasta la fecha nos permiten aconsejar la utilización de preferiblemente dosis bajas (2 mg·kg-1) o como mucho moderadas (5 mg·kg-1), una  hora antes de  la competición y a ser posible mejor en forma pu ra que como café o bebidas con cafeína 4 10

 

3. CONCLUSIÓN

La importancia de la nutrición en el mundo del fútbol, sobre todo en el alto rendimiento, además de incrementar el rendimiento del futbolista y disminuir el riesgo de lesiones que puede sufrir, es vital para que a largo plazo, el deportista alargue su vida deportiva en el mejor estado posible. 

Tanto  el  deportista  como  el  equipo  técnico  en  el  que  se  apoya  deben  ser  conscientes  de  la importancia de una alimentación correcta sobre el rendimiento físico-deportivo y la salud del deportista.  Adaptar  la  dieta  a  las  fases  de  entrenamiento  y  competición,  y  buscar  consejo profesional del dietista-nutricionista, en especial en lo referente a una posible suplementación, pueden ser de capital importancia. Es preciso prestar particular atención al nivel de hidratación así como al suficiente aporte de carbohidratos antes, durante y después de la competición.

Como estrategia nutricional, conviene también educar al jugador de fútbol sobre los alimentos que debe consumir y cuando consumirlos, además de asegurarse que comprende la importancia de la nutrición para conseguir su rendimiento máximo. Este aspecto debería formar parte del entrenamiento de los jugadores.

Dando  aún  más  importancia  a  la  idea  de  que  el  jugador  debe  ser  educado  para  conocer  los hábitos que debe adquirir y el motivo por el cuál debe adquirirlos, es de vital importancia que esto se aplique desde una edad temprana, facilitando así su comprensión y conocimiento una vez que se convierten en jugadores profesionales. 

Otro  de  las  conclusiones  a  las  que  debemos  prestar  especial  atención  es  a  la  utilización  de suplementos, como hemos dicho anteriormente debe estar supervisada por un profesional de la nutrición  y  podrá  ser  utilizado  para  conseguir  una  mejora  del  rendimiento.  Es  importante conocer cuando se deben consumir estos productos y de qué manera hacerlo para conseguir el efecto deseado. 

Por lo tanto, el control de la dieta de un jugador de fútbol se puede entender como un área más del  entrenamiento  y  se  hace  imprescindible  para  que  pueda  competir  en  unas  óptimas condiciones.11

 

4. BIBLIOGRAFÍA

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